AGRO JOB: LA FORMACIÓN COMO MOTOR DE CAMBIO SOCIAL

Personal de FMG y Ataretaco en una visita a las instalaciones donde se desarrolla el programa.
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Convocatorias, Cultura

El desarrollo de acciones formativas para impulsar la empleabilidad y mejorar la calidad de vida de personas en riesgo de vulnerabilidad es el objetivo principal de nuestro Programa de Capacitación Laboral. Por esto, desde 2018 colaboramos con Ataretaco, una fundación con dos vertientes muy claras: la integración social y el cuidado del medio ambiente. Gracias a esta alianza, llevamos años elaborando de la mano la programación de actividades formativas y prácticas profesionales que amplían las oportunidades de incorporación al mercado laboral de personas en situación de desempleo.

En esta ocasión hablamos en concreto del proyecto Agro Job, una apuesta por la formación ocupacional para la inserción sociolaboral de personas en situación de vulnerabilidad social o en riesgo de padecerla. El programa ofrece formación profesional ocupacional en Auxiliar de Actividades Agroecológicas y/o Dependiente de Productor Hortícolas y Agrícolas con Atención al Cliente, así como la realización de prácticas no laborales en los sectores de comercio retail y al por mayor, herbolarios, flores y plantas, frutas y hortalizas y empresas del sector primario agrícola.

Esta formación consta de 370 horas y está dirigida a personas desempleadas en situación de vulnerabilidad social de la isla de Tenerife. Para conocerla mejor, hemos hablado con María Teresa Gago Perdomo, coordinadora del Área de Acción Social e Intervención Comunitaria de Ataretaco durante una visita a la finca de Las Goteras, ubicada en El Tablero.

Pregunta. ¿Qué objetivo tiene el proyecto Agro Job?
Respuesta. Desde la Fundación Ataretaco desarrollamos itinerarios personalizados de inserción sociolaboral. En este caso, en el proyecto Agro Job, nos centramos en desarrollar competencias profesionales en el sector agrícola, en concreto en cultivo ecológico, para que las personas que formamos puedan obtener los títulos de auxiliares de Agricultura y de Jardinería, para aumentar así las posibilidades de encontrar un empleo.

Por otro lado, también desarrollamos la parte personal del alumnado. Interiorizamos una serie de valores que son necesarios para la búsqueda de trabajo. El compromiso, la puntualidad, etc. Buscamos que logren ser lo más autónomos posibles, incluso más allá del plano laboral.

P. Aunque son 20 plazas las que hay disponibles, ¿cuál es la media de personas que se inscriben a esta formación? ¿Ha aumentado el número de interesados tras la pandemia?
R. Durante la pandemia nos dimos cuenta de que necesitábamos muchos alimentos. Queremos poner nuestro granito de arena para que el sector agrícola en el Archipiélago este cada vez más fuerte y que los productos kilómetro 0 lleguen a toda la población para que puedan tener una alimentación saludable y de calidad e intentar que no se abandone el campo.

Sin embargo, y aunque siempre hay gente interesada en la agricultura, hay ocasiones en las que, por problemas de salud, las personas no pueden llevar a cabo esta formación. A veces nos cuesta concienciar de que el sector agrícola es un trabajo duro que no está dotado económicamente como puede estarlo el sector servicios, y esto también condiciona. Aún así, siempre tenemos una cantera de personas interesadas en el proyecto.

Actualmente contamos con 20 plazas que dividimos en dos procesos de formación. El primer grupo se centra en la parte teórico-práctica en la finca, mientras que el otro grupo acude a las prácticas en empresas. Quienes, por lo que sea, no vayan a las prácticas no laborales, continuarán en la finca y servirán de apoyo a los nuevos integrantes hasta que se vean preparados para acudir a empresas, algo que también les servirá para su empoderamiento personal.

Quiero destacar que desde la Fundación trabajamos muchas habilidades personales y que nuestro trabajo no termina cuando van a las empresas, sino cuando ellos quieran. El personal y el equipo técnico de Ataretaco les brinda su apoyo en todo el proceso hasta que se logre la inserción laboral, que es nuestro fin.

P. ¿Por qué se ha puesto el foco en el sector agrícola? ¿Tiene que ver la vinculación histórica entre el campo y las islas Canarias?
R. Parte del Patronato de la Fundación Aterataco ha estado desde los inicios vinculado al sector agrícola. Además, una de nuestras vertientes es el medio ambiente, y una de las formas de protegerlo es a través de un sector agrícola potente y que apueste por los cultivos ecológicos. Por esto, nuestra finca, Las Goteras, es ecológica, y a nuestro alumnado les enseñamos a lograr producciones lo más sanas posibles, exentas de productos químicos que perjudican a la larga al ser humano.

De esta forma, no solo creemos en la importancia de cuidar el medio ambiente, sino que también queremos reforzar el sector agrícola en Canarias, ya que esta profesión ha estado vinculada a las Islas desde antaño.

Antes de finalizar, nos gustaría destacar que para nuestro esquipo es muy importante esta colaboración entre fundaciones. En concreto, la Fundación MAPFRE Guanarteme lleva años sirviéndonos de apoyo para lograr mejorar la vida emocional de personas en situación de vulnerabilidad para poder ayudarlas en la búsqueda de empleo.

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Las personas interesadas deben contactar con Teresa Gago en los teléfonos 627 518 529 / 922 610 354, o a través del correo electrónico tere.gago@ataretaco.org. Más información en nuestra web: https://bit.ly/39LolYo