Cuidar es transformar: el compromiso de APEM con quienes viven con esclerosis múltiple

Cuando se habla de esclerosis múltiple (EM), no se habla solo de una enfermedad neurológica: se habla de vidas que cambian por completo. Enfrentarse al diagnóstico puede ser devastador, pero contar con una red de apoyo profesional, constante y cercana puede marcar toda la diferencia. De eso va el proyecto «E.M. Integral: Enfoque Completo en la Rehabilitación», desarrollado por APEM (Asociación de Esclerosis Múltiple) y financiado por Fundación MAPFRE Canarias.
Katia Mas Borrego, trabajadora social de la entidad, nos cuenta cómo esta iniciativa ha logrado ofrecer atención integral y personalizada a personas con EM en Gran Canaria y Fuerteventura, diseñando un modelo que no se limitara a cubrir síntomas, sino que acompañara de forma completa y humana a cada persona afectada.
Y eso es precisamente lo que han hecho: trabajar desde un enfoque biopsicosocial y centrado en la persona. Esto significa que las intervenciones combinan distintas disciplinas —trabajo social, fisioterapia y terapia ocupacional— para abordar las múltiples dimensiones de la enfermedad. La atención se ofrece tanto en las sedes como a domicilio, garantizando así el acceso incluso en situaciones de movilidad reducida.
El objetivo es claro: promover la autonomía personal, mitigar los efectos físicos y cognitivos de la enfermedad, apoyar a los cuidadores y sensibilizar a la sociedad sobre una realidad aún poco visibilizada. Un aspecto que Katia destaca especialmente es la necesidad de hablar de la doble discriminación que enfrentan muchas mujeres con EM, no solo por su diagnóstico, sino también por razones de género, puesto que no todas las barreras son físicas. Muchas veces el mayor reto está en romper con los estereotipos que las aíslan.
A día de hoy, más de 290 personas están recibiendo atención directa a través del proyecto, y más de 500 familiares y cuidadores también se benefician de este acompañamiento. «Cuidar a quien cuida» se ha convertido en una pieza clave del enfoque de APEM, especialmente en un contexto de alta carga emocional.
Katia asegura que «el apoyo de la Fundación ha sido clave para sostener y mejorar la calidad de la atención prestada. Ha permitido contratar personal especializado y mantener un servicio estable que atiende a un colectivo cada vez más numeroso y con necesidades diversas».
«Gracias a la financiación se ha podido responder a un aumento significativo en la demanda, con un crecimiento de casi el 33% en personas usuarias a lo largo del 2025, se ha garantizado una atención individualizada, continua y de calidad que incide directamente en la mejora del bienestar físico, emocional y social de las personas beneficiarias, así como también se ha fortalecido el papel de APEM como única entidad especializada en EM en las isla de Gran Canaria y Fuerteventura, complementando los servicios públicos y evitando el aislamiento social de las personas afectadas», añade.
APEM no solo ofrece terapia o asesoramiento. Ofrece acompañamiento en el día a día, en los miedos, en las decisiones difíciles y también en las pequeñas victorias. Porque cuando el cuidado es integral, la transformación también lo es. Y gracias a este proyecto, cientos de personas están redescubriendo que, incluso con esclerosis múltiple, se puede vivir con autonomía y esperanza.