El aula se convierte en un espacio de descubrimiento, empatía y aprendizaje cuando el equipo de la Asociación ADISSUR entra en escena. El proyecto «Conóceme, entiéndeme, respétame», financiado por Fundación MAPFRE Canarias, ha logrado algo extraordinario: acercar el Trastorno del Espectro Autista (TEA) a más de 2000 escolares de Gran Canaria de una forma comprensible, emocional y transformadora.

La iniciativa nació con un objetivo claro: fomentar la inclusión desde la infancia, comenzando por el entorno escolar. El objetivo era que el alumnado, especialmente entre los 8 y 11 años, pudiera comprender qué es el autismo, cómo se vive y qué pueden hacer para construir un entorno más respetuoso, nos explica Javier Martín, impulsor de este proyecto de ADISSUR.

Aunque en un principio el proyecto estaba pensado solo para primaria, la demanda de muchos centros para incluir a niños y niñas de infantil motivó una ampliación. ¿El resultado? Unos talleres adaptados con marionetas como «Maphy» y «Guchi» que lograron captar la atención de los más pequeños y sembrar una semilla de empatía desde edades tempranas.

Gracias al apoyo económico de Fundación MAPFRE Canarias, ADISSUR pudo contratar a un trabajador social que lideró la ejecución del proyecto a lo largo del año, adquirir material tecnológico como gafas de realidad virtual y garantizar la transparencia con una auditoría independiente. Las experiencias inmersivas, en particular, marcaron un antes y un después: «Cuando un niño se pone unas gafas y ve el mundo como lo puede percibir una persona con autismo, algo cambia en su forma de pensar», nos cuenta Javier.

Más de 25 centros educativos han participado activamente, y no solo los alumnos han sido protagonistas. También el personal docente ha recibido formación específica, sumando a esta experiencia el poder de la sensibilización desde todas las partes del sistema educativo.

«El apoyo de Fundación MAPFRE Canarias ha significado el reconocimiento y la validación de nuestro compromiso con la mejora de la calidad de vida de las personas con diversidad funcional intelectual. Nos ha permitido expandir nuestra trayectoria en la realización de charlas y talleres, llegando a centros de primaria donde la falta de información sobre el TEA era evidente. La Fundación no solo ha proporcionado recursos económicos, sino que ha creído en la necesidad y calidad de este proyecto educativo, encajando perfectamente con sus convocatorias de ayudas.», afirman desde ADISSUR.

La iniciativa, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, ha contribuido a prevenir el acoso escolar y a construir comunidades más inclusivas. Lo que comenzó como una serie de talleres hoy es una gran red de comprensión que, desde las aulas, está ayudando a construir un futuro más justo para todas las personas, con y sin diversidad funcional.